"¿Eso que es para que no se te olviden las cosas?" me pregunta señalando mi libreta.Esta mañana hemos venido a un escaner urgente que ha tardado 10 días. No nos lo hicieron en urgencias, pero nos derivaron a este circuito en el que en 15 días más o menos tendremos un diagnóstico, todo distinto a lo que pasó con mi madre que rabiaba de dolor. Mi padre no tiene dolor, solo una masa de 7 centímetros que ha crecido en los 2 meses que no le hemos prestado atención.A mí se me ha pasado el shock inicial, todo estaba tan fresco que no pude evitar las referencias.Hoy, a la espera de noticias, las referencias son mejores: una amiga cuya madre tiene un linfoma desde hace año y sin sintomatología, y otra amiga con el padre lleva 11 años con linfoma, le han dado en dos ocasiones ciclos de radio y quimio, pero su padre está como una rosa. "Linfomas hay de muchos tipos" me dijo la doctora cuando me vio descompuesta. Durante la primera semana las "no noticias" me provocaban desasosiego, pero ya estoy mejor, ¿Porque me agarró a estos dos ejemplos? No lo sé, quizás también van haciendo efecto mis sesiones, quizás solo es tiempo.William Worden estableció distintas tareas necesarias para transitar el duelo:Aceptar la pérdida es la primera aunque no tiene que ocurrir al principio. Yo, como si fuera un check list, la tengo asumida con mi madre, la de mi padre "está en el horno" desde hace mucho tiempo, pero no termina de salir.Elaborar las emociones que la pérdida provoca, es otra de las tareas. Ando todavía transitando momentos de culpa con mi madre cuando me descubro pensando en el alivio de carga que sería la perdida de mi padre "angelito mío". La culpa no es la mas fácil de transitar precisamente.Con lágrimas en los ojos busco un poquito de compasión hurgando en mis recuerdos de Africa, ese viaje cuyas imágenes él ya no tiene, pero yo sé que hicimos a tiempo y vivió intensamente."¿Quieres otro café?" Me pregunta y se enfoca las gafas para comprobar lo que ve en mis mejillas. Se queda callado, últimamente ya no habla. Quizás pregunta obsesivamente por el objeto de unas piedras amontonadas en el campo, o de una palmera mal cortada, pero si nada le desentona, hay que sacarle las cosas con cucharilla, podemos pasar horas juntos en silencio (y yo me fustigo cuando sucumbo al móvil), pero solo su Dios sabe qué está pensando.Para él Aceptar la pérdida es una tarea diaria, por no decir que horaria, pero ayudarle a elaborar las emociones de la pérdida de mi madre, es misión imposible. Fue moderno, el "papi más chuli" de todos los papis, pero es un hombre chapado a la antigua, le cuesta aceptar gestos cariñosos y está mañana al despertarlo con un beso y darle los buenos días, me ha dicho "¿Eso que es ahora, besos a todas horas?". No sabe lo que le espera.... Es lo único que nos queda....
Besos a todas horas
Publicado de Isabel Cantos en Duelos · 8 Julio 2024