Desde esta orilla - TU DUELO CONSCIENTE

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TU DUELO CONSCIENTE
Publicado de en Personal · 22 Junio 2023
Un finde de hermanas puede ser ilusionante a la vez que estresante. Hacerse una larga meditación antes de enfrentarse a las rencillas, la mordacidad y los complejos, puede no ser suficiente para lidiar con las reticencias de un pasado común, por muy común que estos sentimientos sean, en una familia.

No obstante, en tanto que los sobrinos han amortiguado bastante las diferencias entre su madre y yo, en pos de un disfrute nunca imaginado para ambas, la tensión restante está, en una relación muy distanciada no sólo por los km que separan la ciudad autónoma de Melilla de Málaga.

Ya en vuelo listas para el encuentro....

Recibimiento sin preámbulos, un abrazo de los que me gustan, largo y sin contener, una sonrisa de oreja a oreja y un tono que transmite alegría sin parangón. Bajas la guardia y a disfrutar que esta vez te has equivocado...

La agenda es densa, pero se dan conversaciones de lo divino y lo humano. Se comparten entre otras, las visiones sobre rupturas sentimentales, el esfuerzo de mantener lo construido, o las expectativas de un futuro, no muy lejano, de cuidado filial que se complica. Todo en una intimidad en la que, por supuesto los "personajes" están, pero de capa caída; la compasión hace su aparición a lo grande: las envidias que fueron se compensan con las miserias que hoy no quieres para ti. Unas diferencias mínimas en la educación militar recibida, separa las trayectorias como los lados de un triangulo agudo; líneas igual de rectas, rigidez tremendamente similar afrontada de forma tan distinta. Tu hermana te dice por primera vez "vale, te lo compro" ( el argumento) y tu respiras porque entendiste sus motivos tras años de ceguera. No puede ser tan fácil...

Ya maqueadas... ¿Llamamos a mamá? propongo.  Mamá y papá está en una fiesta familiar y la video llamada pasa de mano en mano aumentando, a cada comentario, el perímetro de orgullo henchido de mis padres. Eso para mi también es cuidar, aunque estemos las 3 al otro lado del Estrecho; esto también ha sido fácil.

Que mis padres sean mayores pero autónomos, hace complicada la valoración de los cuidados que necesitan, porque aunque son muchos y variopintos, no son "de peso". Con los críos es distinto, la dependencia es tal, que siempre hay alguien que le pone precio a la hora, aunque no sea capaz de sostener una mirada amorosa. Igual ocurre con las mascotas, una guardería para ellas vale un dineral, pero con 25 perros dudo que quepan a una caricia al día. ¿Es igual cuidar que cuidar con amor?  pagar para que alguien cuide tus hijos, cuando trabajando con una verdadera conciliación podrías cuidarlos tu, no tiene sentido, pero además ¿Hay alguna inteligencia artificial a modo de bola de cristal para asegurarte un cuidado amoroso a tus familiares? esto si que no es tan fácil;  ni bola de cristal ni IA. El sistema en el que estamos, te penaliza si los cuidas tu, y si no lo haces, te fustigas porque nos enseñaron a coger el látigo antes de enseñarnos a andar. Te fustigas porque no te da la vida aunque la distancia es solo de 9 km, te atizas incluso, si es tu madre la que se niega  a aprender la videollamada del WhatsApp, te das con fuerza, porque encima la culpas por ello y cuando finalmente haces los  9km, te sientes mal porque blasfemas contra la que cruzó el estrecho (como si hubiese tenido elección) y "solo viene para Feria".

Toda esta sesión de sado, cuando la que habla dista mucho de la que se pasó media vida compadeciendo a  Ani por sus quehaceres de aseo paterno. Ya de mayores me contó que lo hacía con el placer; la que escribe tampoco se lleva hoy las manos a la cabeza, cuando Anabel vuelva a llamar a su madre por decimocuarta vez en el día,  el esfuerzo de hacerla feliz así, es nulo...

Aunque no han dejado de "pesar" incluso más cada día, para mi los cuidados son hoy, motivo de crecimiento y gozo.  Me dejo absorber masoquistamente, por ese agujero negro que es entrar en casa de mis padres. Me compensa la sonrisa de él cuando me pincha, y el largo abrazo que mi madre ha aprendido a dar (más de 8 segundos). Entre regañuza y regañuza, digo burradas que sé que no le permitirían a nadie, y me encanta cuando se buscan complices para devolverme a mi la riña, pero tanto las mías como las suyas, "con la boca chica". Me sobran muchas cosas,  me canso, entiendo a mis hermanas; en otro momento vital yo tampoco aguantaría, pero a mi, más allá de los pocos lugares comunes que ya compartimos, sus risas me llenan, una ternura infinita me alimenta hasta el próximo día, que volveré a repetir la misma retahíla del pastillero y la comida caducada...

Me acerqué a mis padres hace 8 años con objeto entre otros de estar más cerca cuando me necesitaran. Mi hermana vino después, hace 4, con un niño de un año. Hoy ya tengo 2 sobrinos a solo 1km, que me llenan la poca vida que les dedico (otro latigazo). La idea de tribu para mí, siempre tuvo más que ver con los amigos que te rodean, estos sí, elegidos y cultivados por mi, más que con la familia. No obstante ahora, tengo que admitir que, me encantaría que mis hermanas formaran parte de la mía, de mi tribu.

Mi amigo Pepe me advirtió... "te vendría bien hacer algún post que no sea personal, sino informativo". Aprovecho pues para informaros, con más dudas que certezas, la información no es lo mío, espero q reflexiones en voz alta no os aburran...



Isabel Cantos
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