Quién soy
En ello estoy...
Agradecimientos
A los 39, tras 9 años de continuo dolor, empecé mi búsqueda, no entendía tanto malestar siendo "tan joven". ¿A quién agradecer tanto encuentro? Hoy sé que es a mi madre, quien con su muerte me ha enseñado el “verdadero dolor”, el dolor de la pérdida. No obstante ¿Hubiese recibido este duelo, como el regalo que ha sido sin,
La médico homeópata, que empezó a quitar capas de la cebolla de mis condicionamientos?
El terapeuta Blay, que me permitió abrazar a mi niña interior, y me enseñó a meditar?
La médica acupuntora, que me llevó a un viaje iniciático por Egipto, y tuve mi particular satori, tras una meditación con el Merkaba como centro?
La psicóloga, que desató con las constelaciones familiares algunos nudos claves en mi vida?
Mis amig@ y parejas, que me han servido de espejo donde mirar mis sombras y mis luces?
El círculo de mujeres, que me ayudó a poner el foco en mi feminidad y facilitó la pertura a mi intuición y a la conexión con mi cuerpo?
Las energías, que me llegaron de mano de gente en la que confiaba, para zarandearlo todo y poner blanco sobre negro, para evidenciar lo que hasta ahora me era imposible ver?
El libre albedrío si es que eso existe, me trajo eligiendo caminos a este trabajo, a esta web. Hoy creo que la muerte, a la que tanto tememos, es un acontecimiento meramente físico. Creo que la realidad del morir no es más que una transformación del alma. Por supuesto, no pretendo convencer a nadie, pero hoy, confío en que solo abandonando las luchas internas, tendré una VIDA PLENA, con mayúsculas. Quizás, la muerte vendrá cuando haya cumplido mi cometido. O quizás no...
Formación
La muerte, para mí, nunca ha sido un tabú. En mi trabajo, he sido siempre muy consciente de la necesidad de una muerte digna y un cuidado humano a las personas dolientes. Vivía la muerte como un proceso más de la vida, pero eso sí, intentando siempre sentirla de la forma más aséptica posible, sin grandes implicaciones, porque el sufrimiento de los que se quedaban sí era un problema para mi; debía incluso evitar entrar en el box donde había dolientes, para no acabar yo también llorando. No obstante, esta asepsia, dio un "salto cuántico” hace unos años, cuando la terapia transpersonal BLAY recibida para lidiar con dichas emociones, puso luz a mis propios miedos y abrió mi camino de reconciliación con el sufrimiento.Aunque aprendí muchísimo de las y los mayores que atendía en primaria, mi plaza me la dieron en críticos, donde la tecnología y las restricciones de acceso, dificultan las relaciones y favorecen la soledad. En un desempeño tan poco gratificante, el trabajo energético con LNT y Kundalini, y la formación como facilitadora con Sophia Style han sido mi apoyo.
En busca de respuestas, hice la formación del proceso MAR (Movimiento hacia el agradecido recuerdo). Soluciones no encontré, pero me llevé sorpresas sobre duelos que creía zanjados.
Tras unas Jornadas de Humanización de la Salud, los Religiosos Camilos me mostraron el camino del counseling y el acompañamiento en el duelo con el modelo Humanizar. Camino que continué, formándome como Doula de la Muerte, con Gema Polo en los bosques de Girona. En esta formación tuve la oportunidad de compartir con mujeres, que andan mi mismo camino desde otras miradas. Estupenda experiencia que me confirmó mi sitio entre hermanas
Poco antes, una formación de CUDECA sobre espiritualidad en el proceso de muerte, me había dado las claves para estar aquí, escribiendo esto. Para traer a este blog, la autenticidad de una sanitaria en búsqueda, con una vida llena de errores y aprendizajes, entre ellos, la propia muerte de mi madre como ya he mencionado. Aunque me hubiese gustado que no fuese así, a mí madre no solo le debo enseñanzas de vida, si no también, el aprendizaje encarnado del duelo y la muerte.
Hoy combino la sanación del duelo de quienes lo necesitan, con mi propio proceso de crecimiento consciente, de confianza en la vida y de agradecimiento infinito.
Misión
Acercar y aportar claridad a todo el proceso del morir, tanto desde el punto de vista biológico como desde lo social y lo espiritual
Ofrecer herramientas para mejorar y/o adquirir habilidades que permitan enfrentar la pérdida de forma más consciente y enriquecedora, con menos sufrimiento.
Acoger y organizar eventos y ceremonias relacionadas con la muerte así como ofrecer un espacio virtual seguro para las condolencias
Valores
Personalización. Trabajar de manera individualizada, analizando cada duelo sus peculiaridades y contexto.
Humanidad. Tratar a las personas desde un marco de respeto dignidad confidencialidad lealtad y apoyo.
Autonomía. Servir de apoyo en los procesos de cambio fomentando la toma de decisiones y el empoderamiento de la familia y la propia persona desde el principio.
Honestidad.
Establecer un clima de confianza mutua en el que la persona usuaria
conoce y acepta una metodología que incluye sesiones energéticas.
En los medios